El Consejo Directivo Central de UnTER manifiesta su más enérgico rechazo al operativo nacional de evaluación de aprendizajes establecido por Resolución N° 4848/21, porque responde a los organismos internacionales de financiamiento y no a las necesidades de comunidades educativas. El Ministerio de Educación de Río Negro, volverá a exponer a estudiantes al Operativo de Evaluación Aprender, sin tener en cuenta los procesos de enseñanza y aprendizaje, como así tampoco el profundo rechazo que esta práctica mercantilista genera en las comunidades.
En la Res. 2035/15, se estableció que la evaluación, debía ser un tema de debate transversal con los demás niveles del sistema, dada la importancia y la dificultad que significaba resolver sobre la formas evaluativas hacia lxs estudiantes.
Porque sostenemos que nuestros niñxs, no son ni números, ni muestras posibles de ser silenciadas para satisfacer una mirada política mercantilista de un ministerio de educación, abonando estas prácticas a la privatización de la educación, para dar respuestas sólo a los Organismos Internacionales de Financiamiento que les interesa el producto, el resultado, sin tener en cuenta las subjetividades, intereses, identidades y la soberanía cultural de cada región. Por ello, no avalamos el operativo “Aprender”, ni ningún otro, en el que meramente aparecerán estadísticas frías ni cuantitativas que nada tienen que ver con nuestra concepción de escuela, de enseñanza, de aprendizaje. Que se contrapone al debate que nos dimos en este contexto de pandemia, en función de la evaluación formativa y procesual.
Lograr calidad social en educación implica mayor presupuesto educativo que garantice la cantidad de escuelas necesarias, provistas con recursos tecnológicos y didácticos, con cargos suficientes y una formación docente acorde a la diversidad de emergentes que atraviesan a las instituciones, con el objetivo de educar para la vida y no para instruir mano de obra barata para las empresas, entre otros aspectos.
Por todo lo expuesto, desde UnTER rechazamos estas prácticas evaluativas mercantilistas y privatizadoras, exigimos profundizar el debate curricular, didáctico y pedagógico para consensuar los modos evaluativos que contemplen los procesos y tiempos de nuestros estudiantes, siempre pensando en la construcción sostenida y dialógica de los conocimientos y saberes.