Un hombre de Catriel, que se movía con un dispositivo electrónico, terminó condenado a seis meses de prisión efectiva. Ejercía violencia de género con su expareja y le impusieron una restricción de acercamiento. Como consecuencia de los reiterados incumplimientos le colocaron un sistema de monitoreo, aunque terminó rompiendo la pulsera.
Según la acusación, el agresor dañó de manera intencional el dispositivo dual y enseguida se activó la alarma en el sistema de monitoreo por la apertura o corte del transmisor.
El área de Género de la Secretaría de Estado de Seguridad y Justicia de la provincia utiliza el sistema dual, que funciona con una tobillera o pulsera para el imputado y otro dispositivo para la víctima. Esa modalidad contempla un área prohibida. Es decir que cuando el agresor ingresa a la zona de exclusión se envía la alerta a las autoridades.
A raíz de este episodio, el acusado aceptó someterse a un juicio abreviado y fue condenado a seis meses de prisión efectiva por los delitos de daño calificado en concurso real con el delito de desobediencia a la autoridad, en contexto de violencia de género.
El hombre llegó a esta instancia con prisión preventiva. Primero la jueza de Paz de Catriel dictó una prohibición de acercamiento, ratificada luego por el juez de Familia de Cipolletti. Como no cumplió con esa orden lo juzgaron por desobediencia judicial y otros delitos cometidos en contexto de violencia de género. En esa instancia, y ante la falta de antecedentes, recibió una pena de cumplimiento condicional.
El día que rompió el dispositivo dual, la fiscalía le formuló nuevos cargos y la jueza de garantías lo dejó en prisión.
Luego, un juez de juicio revocó la condena en suspenso, homologó el acuerdo de juicio abreviado entre la fiscalía y la defensa, dictó los seis meses de prisión y aplicó la pena única de un año y nueve meses de prisión de cumplimiento efectivo.