El Departamento de Salud en la Escuela de UnTER realizó un nuevo relevamiento edilicio, el cual demuestra el estado de situación actual de los edificios escolares en la provincia de Río Negro. Dicho informe fue presentado en paritaria en la que se solicitó control preventivo, certificación de las condiciones de habitabilidad, higiene y seguridad para todos los edificios escolares. Un resumen del informe indica que la mayoría de las problemáticas tratadas, previo al cierre del ciclo lectivo 2021, continúan sin resolverse, tales como: techos deteriorados, grietas y filtraciones de humedad en paredes y techos, falta de aulas, espacios pedagógicos refuncionalizados, falta de sanitarios, entre otros; panorama que se hizo evidente luego del temporal meteorológico en la zona del Alto Valle. En este sentido el relevamiento actual señala que “si bien la mayoría de las instituciones educativas iniciaron o iniciarán el ciclo, muchas requieren de mantenimiento estructural; mientras que en otras se necesitan edificios y espacios pedagógicos adecuados (principalmente aulas) para cubrir las demandas educativas”. Mientras que desde el Ministerio de Educación y Derechos Humanos se anuncia públicamente una alta inversión en obras escolares, la realidad demuestra otra cosa. La inversión presupuestaria en materia edilicia no alcanza a cubrir las demandas además de que el mantenimiento escolar es precario, ineficaz o se ejecuta parcialmente; se expone a las comunidades educativas a factores de riesgo de distinto tenor y siempre con demandas recurrentes y/o históricas: edificios muy deteriorados con parches que no solucionan el problema de fondo. En 2021 muchas instituciones educativas perdieron días de clase por exclusiva responsabilidad del Ministerio, falencias edilicias como pérdida con retiro de medidor de gas expusieron a nuestros estudiantes y trabajadores a riesgos potenciales evitables. No hay mantenimiento preventivo, se trabaja ante la demanda, existiendo fallas en la verificación y control de obra; un claro ejemplo se dio la semana pasada que pudo causar un siniestro que afecte a algún miembro de la comunidad educativa: en el Jardín 24 se derrumbó parte del cielorraso mientras estaban lxs trabajadorxs, lo cual es una grave irregularidad edilicia fácilmente evitable. Hoy, en el inicio del ciclo 2022 la situación es similar, escuelas como la EP N° 172, 337, J 122, ESRN 159, ESRN 122 siguen sin la construcción de las aulas que necesitan; mientras que otras sin las reparaciones necesarias como es el caso de la escuela especial N° 2, laboral 7, EP 109 (en esta última las familias no permiten el inicio del ciclo lectivo hasta tanto ejecute las obras necesarias). Desde UnTER ratificamos que las condiciones edilicias y de seguridad e higiene deben estar garantizadas y certificadas desde el Ministerio de Educación y Derechos Humanos, previo al inicio del ciclo lectivo. Las mismas son determinantes para la continuidad de clases presenciales, apuntando a lograr una escuela preventiva y segura, donde se garantice el cuidado de la salud y la vida de toda la comunidad educativa. Por ello enfatizamos el concepto de VERIFICACIÓN TÉCNICA ESCOLAR, el cual implica acordar criterios y trabajar en herramientas que pongan el eje en la salud, centrándose en la prevención y participación de los trabajadores en el mejoramiento de las condiciones de trabajo.