A pesar de que las “mujeres rurales” son una cuarta parte de la población mundial, ya sea como asalariadas o empresarias y no obstante ser tan productivas y buenas gestoras como sus homólogos masculinos no disponen del mismo acceso a la tierra, créditos, materiales agrícolas, mercados o cadenas de productos cultivados de alto valor.
“Mundialmente, con pocas excepciones, todos los indicadores de género y desarrollo muestran que las campesinas se encuentran en peores condiciones que los hombres del campo y que las mujeres urbanas”, y esto se agravó por las condiciones que impuso la Pandemia.
El reconocimiento a la mujer rural fue confirmado las legisladoras (M.C) Amanda Isidori, Delia Dieterle y María Inés García, autoras de la Ley D Nº3564, mediante la cual se adhiere a la ley nacional Nº 25.431, que establece la conmemoración del 15 de octubre como el Día de la Mujer Rural, en tal sentido, la legisladora Soraya Yauhar propone se declare de “interés cultural, social y educativo la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Rural, clave para un mundo sin hambre ni pobreza” y agrega que lo hace “con el propósito de crear conciencia sobre las luchas de estas mujeres, sus necesidades y su papel fundamental y decisivo en nuestra sociedad”.