No sólo hay que serlo sino parecerlo
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Editorial de una editorial
2 febrero, 2020
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Cuenta la leyenda que el gran Arquímedes de Siracusa, el más ilustre científico del mundo antiguo, arrastrado quizá por un entusiasmo desmedido ante su descubrimiento de la ley de la palanca, habría exclamado con soberbia: «Dadme un punto de apoyo y moveré al mundo».  Expresión que fue desafiada por el rey Hierón hasta que Arquímedes le demostró cómo se podía levantar un barco lleno de provisiones y gente con una sola cuerda, palancas y mucho ingenio.

Claro, “mover al mundo” puede parecer muy exagerado, pero en cada gestión política, la posibilidad de tener un punto de apoyo es fundamental para aspirar a tal desafío. Y si bien, esa metáfora puede tener varios significados, el pasado de cada dirigente nos acerca a la posibilidad de identificar cuál será su punto de apoyo en la gestión. Así, la experiencia en lugares ejecutivos es una constante en varios intendentes actuales. Entre ellos, algunos que repiten la experiencia de ser intendentes como Beto Pacenti en Chichinales, Renzo Tamburrini en Sierra Grande, Liliana Alvarado en Cinco Saltos (además, de ser la indiscutida dirigente y referente del Frente Grande rionegrino) o aquellos como Pedro Pesatti que trae la experiencia de ser el vicegobernador de Río Negro o el caso de la actual gobernadora que ocupó un cargo en el ejecutivo como Ministra de Turismo de la provincia, a modo de preparación de lo que sería su experiencia actual.

Y así podríamos nombrarte a varios, pero lo interesante es que puedas pensar, querido lector, en tus dirigentes más cercanos o en aquellos que entran dentro de esta descripción. Cuál sería el punto de apoyo de cada uno y, profundizando la metáfora, cuál será la palanca que van a usar en cada caso. Ahora bien, por más que hayan otras interpretaciones válidas, a nuestro humilde entender la palanca sería su nueva gestión o cargo. Ya que es ahí, en esa unión entre la experiencia pasada y las herramientas y posibilidades actuales donde se verá si es que pueden mover, sino es el mundo, al menos, el ritmo de la política.

En el caso del Poder Legislativo pasa lo mismo. Pensemos en la Legisladora Norma Torres de General Roca. Ella, aprendiendo el rol a paso firme, empezó su trabajo. A la vez, su par del Frente de Todos, José Luis Berros, esta semana se promocionaba en las góndolas de un supermercado haciendo control de precios, según publicaba en las redes sociales. Si bien, él tiene un punto de apoyo (fue concejal de General Roca), tal vez, no encuentra cómo hacer palanca (más allá de las burlas en las redes de otros dirigentes, quienes afirmaban que Berros no sólo se perdía “en la gestión sino en las góndolas de un supermercado”). Nosotros seremos más serios, o intentaremos serlo, al concluir que su función sería coordinar con la Defensa del Consumidor o armar un proyecto de ley para que las áreas de control puedan realizar ese trabajo o pedir informes a quien corresponda. Pero bien, ahí lo dejamos. Lo importante es tener un punto de apoyo y con la palanca, como señalamos anteriormente, mover sino es el mundo, al menos el ritmo político. Ya que, en este caso, no se lo escuchó tan fuertemente (ni a él, ni a ningún muchacho de Soria) hacer críticas sobre los aumentos de sueldo del poder ejecutivo provincial con la fuerza necesaria para que el gobierno re piense la idea. No así, el legislador que nos representa a nosotros los viedmenses, Pablo Barreno, quien sí salió al cruce con dureza y determinación. Claro, él en la política no tiene un punto de apoyo como los otros ya que viene del sindicalismo, pero sin duda se está armando una buena base y nos da ganas de reformular la frase: “Dame una palanca o un punto de apoyo y…”

Para finalizar, estas acciones nos dan mucho en qué pensar y reflexionar. Eso es lo importante. Por lo pronto, nosotros ya tenemos un punto de apoyo, ahora veremos si podemos mover el mundo en la próxima editorial.

Atentamente, Agencia Uno, Río Negro.