El Intendente Zara presidió una nueva entrega del programa “Un lote, una vivienda”
3 enero, 2022
COVID19: nuevos horarios y lugares de atención para realizar los hisopados
5 enero, 2022
Compartir

Y hasta aquí llegamos con la saga, queridos lectores. Y seguimos con el ánimo de cumplir nuestras promesas: hoy finaliza Una de película y, por ser el primer domingo, se lo vamos a dedicar a Domingo, que salió primero. (Sí, admitámoslo, la inercia del Titanic nos hundió hasta el fondo la calidad humorística pero como dice el Midachi Dady Brieva, “Ya sé, es una boludez, pero… todo suma”). Y por eso, entre chistes, haremos una serie de paralelismos entre los personajes de la peli y los políticos más influyentes de Juntos Somos Río Negro: ¿se iamginan el reparto?¿qué personajes interpretarán Arabela y Alberto?¿cuál le habrá tocado a Domingo?¿habrá otros protagónicos?¿contaremos con alguna actuación estelar y mención especial? Pronto lo sabrán, pero por un momento, pongamos un manto de seriedad a la cuestión, ya que distintas fuentes señalan que el Titanic, cuando empezó a funcionar en 1912, no era ni el mejor ni el técnicamente más avanzado de su época, sólo ostentaba el récord de ser el barco más grande y se había promocionado como tal. Dato interesante que nos deja pensando: no siempre ‘lo más grande’ es sinónimo de ‘mejor’ ni ‘salir primero’ equivale a ‘ganar’ desde lo personal y grupal. Y, siguiendo con la analogía entre el film y la política, quizá el único récord que ostente Juntos sea el de haber salido primero, pero no el de haber ganado.

Como dijimos más de una vez, todos perdieron en el viaje y el que más perdió fue Weretilnek. Sí, al respecto ya muchos preguntaron y opinaron sobre el cierre de nuestro editorial anterior porque anticipamos que el senador perdió incluso más que Doñate. Algunos escribieron que es porque es la primera vez que Alberto pierde en su ciudad y, en cambio Doñate siempre pierde, por eso, pensando en que la primera duele más y que Doñate ya está curtido en derrotas… pero no, no iba por ahí la cosa (y, a propósito, qué malvados que son por hacer leña con el Doñate caído). En fin, Alberto perdió más porque la victoria de Tortoriello en Cipolletti, lo dejó sin territorio propio y para hacer política tenés que tener un territorio donde hacer pie. Imaginen las posibles consecuencias que derivan de esta derrota. Por ejemplo, si hoy Gennuso, Intendente de la ciudad más importante en electores rionegrinos dijera “me voy a acercar más a Casadei y a Pesatti”, dos intendentes con poder territorial y significativos padrones electorales, ahí estaría delineada la próxima fórmula exitosa: Genusso y Arabela o Arabela y Genusso. Ella con la billetera del Estado y él con el territorio.

Sí, todos tienen un territorio, menos Alberto y eso es una debilidad en política. Claro que ganó al meter un diputado de su confianza y con la elección, también no sólo le tocó la orejita a la gobernadora sino que se la mojó un poquito al demostrarle a Arabela que él podía jerarquizar al que ella había degradado en su momento (recordemos que Carreras removió de su cargo a Domingo cuando era Ministro de Economía). Pero ahora, territorialmente, ya no es más el dueño del timón y ese precio se pagará en los próximos comicios. El riesgo latente es que ahora el partido puede continuar sin él, siempre y cuando se ensayen las fórmulas adecuadas. Pero, con que se levante un valiente, decidido a ganar cerrando un acuerdo con quien demostró electoralmente que tiene todos los botes ordenados en fila… sí, quien cierre primero con el Intendente de Viedma, cambiará el rumbo del partido. Y hay tres potenciales en el nuevo poderío: Bariloche, Viedma y San Antonio (mientras que General Roca sigue como bastión peronista-sorista y Cipolletti está en manos de Aníbal).

Entonces, a pesar de fortalecerse a nivel nacional, igual perdió porque, eligiendo a Domingo y llevándolo a Buenos Aires, perdió su posibilidad de tenerlo como candidato a Intendente en Bariloche y afianzar su poder en esa ciudad. Y como tampoco está dicho para qué lado rema el Ministro de Obras y Servicios Públicos, si para el lado de Arabela o el de Alberto, hasta la decisión de Valeri que siempre quiso la intendencia de Bariloche podría debilitarlo ya que no se sabe a quién responde. Pero, como te dijimos hace tiempo, en Buenos Aires, Alberto es cada vez más presidenciable: hasta auspicia de anfitrión para que lo reciban a Doñate en los ministerios (ya son un equipo por conveniencia y hasta coinciden en la falta de poder territorial en Río Negro. Convengamos que Doñate tiene inercia por el kirchnerismo, no por peso propio y sólo el sorismo tiene el sello peronista y autoridad política en la Rosada. Pero, ojo, de los dos, el que comanda es Alberto). Así es: Wereltinek jugó fuerte, salió primero y perdió poder provincial (y esto no es casual: por la situación obligó a sus intendentes a jugar, eso fortaleció a los mandatarios y cada uno de ellos fue construyendo poder y territorio propio). No obstante, en política, a veces se pierde para ganar y esa lógica nos indicaría que su horizonte puede estar en Balcarce 50.

Pero volvamos al Titanic y, en un adelanto exclusivo, regalo de año Nuevo, les diremos en qué escenas y personajes estuvimos pensando. Pues bien, la escena entre la nueva rica Molly Brown con las damas de la elite, sería protagonizada por nuestra gobernadora, la hazaña final de Fabrizio (el amigo incondicional de Jack) desamarrando el bote para salvar a los pasajeros sería interpretada por el Intendente Pedro Pesatti, el revelador naufragio de Jack y Rose sobre la puerta de madera estaría a cargo de Agustín Domingo y Mechi Iberó y, por último, la tramoya final que hace Cal Hokley al robarse una huérfana para poder subirse a un bote, sería interpretada por el mismísimo Alberto Weretilnek.

Algunos ni se la veían venir, pero por algo a Molly Brown se la llamó en la historia la “insumergible Molly”, no era fácil de encasillar y como nueva rica, rompía muchos esquemas de la elite, por eso la criticaban e intentaban apartarla (como en la escena que la ven venir en el salón de té e intentan evadirla). Arabela Carreras podría interpretar tranquilamente ese mismo rol ya que aún es muy resistida y por más que haga valer sus razones, siempre va a ser foránea en ciertos círculos. Igual van a criticarla y desacreditarla como lo hizo la Legisladora Roxana Fernández a micrófono abierto en una sesión por zoom, dando a entender que no era apta en su función (con un cargo y poder de prestado). Pero el poder es poder, tanto en la política como en la ficción, y no importa de dónde haya venido, una vez que se tiene y se ejerce sin miedo, se consolida. Y si se tiene la lapicera en mano con fuerza, los trazos son más firmes. Y no existieron críticas que le quitaran su lugar en el bote de primera clase a la imparable Molly (reunía todas las condiciones y se subió sin dudar, incluso allí cantó sus verdades aunque por conveniencia tuvo que callarse por un rato). Por eso, si Arabela ganó las elecciones y juró como gobernadora, si cada vez que llega a Buenos Aires no le discuten su rol y la reciben como una mandataria más, ni siquiera se preguntan de la mano de quién llegó al poder, entonces que siga chillando la gilada.

Pedro Pesatti, el exitoso Intendente de Viedma, logró ganar muy bien en su ciudad, donde el radicalismo jugó sus mejores y más fuertes fichas por años y en esta última elección también. Allí mismo marcó territorio, les ganó y demostró que su poder no es prestado. Por eso en el film interpretaría al carismático y valiente Fabrizio, amigo leal que acompaña a Jack hacia ese nuevo mundo y cuando llega la hora más difícil, sabe con sus acciones evitar que el caos sea mayor trabajando en conjunto para desamarrar uno de los botes que estaba atascado. No aparece por demás en escena sino en los momentos realmente necesarios. Allí hace muestra de los valores que enaltecen al ser humano. Siempre aportando a la causa sin ostentar, colaborando convencido, acompañando a sus compañeros de Juntos y dando los recursos que tiene por el bien de sus vecinos, así es Pesatti. Y estamos seguros que, tanto en el film como en la vida real, podría brillar con un mayor papel protagónico. Pero para que esto suceda sólo deberá tener la determinación de ampliar su convocatoria y ser estratégico a la hora de ubicarse para poder esquivar cualquier final trágico que intente aplastarlo (recursos y coraje para hacerlo, no le faltan). En fin, sea el rol que fuere, ya tiene un lugar asegurado en nuestra historia rionegrina.

Y bueno, llegó la escena de amor y de entrega protagonizada por Agustín Domingo. Sí, nadie duda que el amor y entrega a Juntos que lo llevó a freezar su sueño de ser el Intendente de Bariloche, se equipare al amor y compromiso de Jack Dawson. Es más, a pesar de haber tenido más recursos y experiencias en política que su compañera de fórmula, más de una vez le cedió el protagonismo. Por supuesto, ya sabemos que es uno de los roles consagrados y despierta la simpatía del espectador pero aún así, no importa cuánto carisma o dones tenga, igual terminó salvando el sueño de otros y soltando el suyo propio.

Claro, con semejante preludio, ya es hora que entre Mechi, (a las comparaciones digo porque de diputada ya no entró). Sí, ella es Rose y también está en el final de Jack con la diferencia que ella está ahí sobre la puerta y él se está congelando, y como si fuera un telgopor, flota y salva su vida. Pero a Mechi le gusta más el poder que el “sanguche de milanesa”… si no, en algún momento cuando le dieron protagonismo, ¿la viste compartiéndolo con el actual Diputado Nacional? Mmmm, no, solita se hizo cargo, como Rose, se quedó tranquilita arriba de ese tergopol mientras Jack moría lentamente (ni un lugarcito le hizo aunque sea por un ratito). Pero bueno, en la práctica se ve que para algunas cosas no somos todes iguales, y aunque a Agustín se le reclamaba que tenga gestos caballerescos del siglo pasado, ella no respondió con los mismos favores). En fin, por un momento pensamos que ella era la futura diputada, pero no. Y bueno, al final se salvó, ahora Mechi tiene un cargo tan, pero tan importante que no sabemos el nombre de tan importante que es el cargo. Lo que sí sabemos es que ya no lidiará más con los dos años de hospitalarios reclamando haberes dignos, condiciones de trabajo acorde. No, Mechi se fue como quien no quiere la cosa, silbando bajito, intentando que la rescaten. . .

Por último, lo tenemos a Wereltinek interpretando a Cal’ Hockley: un empresario que hasta el momento de hundirse el Titanic mostraba la altanería de la elite, haciendo y deshaciendo las cosas a su gusto, con una vida armadita, con actos de aparente generosidad que sólo buscaban mantener su poder, con una única preocupación que era tener controlado a su entorno y digitarles la vida (hasta tenía sirvientes que le hacían ese trabajo sucio). Pero a la hora del naufragio, su instinto de supervivencia y naturaleza egoísta se desbordaron a tal punto de ser irracional y no tener escrúpulos: su sed de venganza no tuvo límites, realizó muchas jugadas sucias para vengar su orgullo herido, metió preso a su enemigo, intentó matarlo por celos, mintió, quiso comprar voluntades con dinero y no tuvo reparos en hacer pasar a una huérfana como su protegida y después abandonarla de nuevo con tal de salvar su pellejo y asegurarse un lugar en un bote. Por supuesto, Weretilnek también es capaz de hacer lo mismo (de asegurarse un lugar en un bote, ¿o qué estaban pensando?) y así como Cal perdió su costosa gema al ceder su abrigo, Alberto perdió su territorio en una jugada muy costosa, como dijimos anteriormente. En fin, cualquier otro parecido con la realidad es mera coincidencia.

Bueno, hasta aquí llegamos con esta saga, intentando contarles entre chiste y chiste algunas realidades que no se agotan en las ficciones cinematográficas. Esperamos que todos hayan terminado bien el 2021 y empezado aún mejor este 2022. Gracias por acompañarnos en cada editorial y estamos seguros que más de uno debe haber visto de nuevo la película (o debe estar pensando en mirarla de nuevo) sin poder olvidarse de los paralelos hechos cada domingo, incluso haciendo más relaciones o incluyendo nuevos personajes a la trama (en nuestro caso, recordando el décimo aniversario de su muerte, fue inevitable pensar qué hubiera hecho el Gringo Soria como pasajero en esta saga. Quizá deberíamos escribir algo al respecto). Y si se animan, nos pueden escribir también a la redacción y contar qué otros paralelos vieron e hicieron.

¡Que tengan todos un muy feliz 2022!