Estudiantes del CET 6 crearon dispositivo para medir la contaminación en el aire

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La concejala Vanessa Cacho Devincenzi ( PAR) junto al concejal Pedro Bichara (JSRN) presentaron un proyecto que declara de interés cultural, comunitario y social el dispositivo creado por alumnos de la Escuela Industrial (CET N°6), que permite saber con precisión cuánto dióxido de carbono circula en el ambiente, con características más eficientes respecto a los que se adquieren en el mercado.
El aparato fue realizado por los estudiantes de sexto año Ignasio Sanz Del Ministro y Regina Sesma en el marco de sus prácticas profesionalizantes en el Área de Automatización a cargo del profesor Sergio Rostan.
De acuerdo a la coordinadora del Consejo Escolar de la zona Valle Inferior, Bibiana Wilberger, el aparato “funciona mejor que el comprado”, con lo cual se puede empezar a producir a una mayor escala. La constatación de su eficacia fue realizada por personal de Seguridad e Higiene del Ministerio de Educación y Derechos Humanos provincial.
El proyecto consistió en la ideación, elaboración de partes, fabricación y ensamblado de un medidor de concentración de dióxido de carbono, que a la vez permite la determinación de la temperatura ambiente y la humedad relativa.
Vanessa Cacho Devincenzi y Pedro Bichara destacaron que este logro de Sanz Del Ministro y Sesma certifica el excelente nivel formativo del establecimiento educativo, al tiempo de reivindicar la importancia del dispositivo porque constituye un elemento de seguridad muy útil para toda la comunidad educativa y para otros edificios públicos.
La concejala y el concejal Bichara informaron que el proyecto implicó un trabajo de taller de 162 horas y los estudiantes contaron con el asesoramiento de especialistas del Instituto Balseiro de San Carlos de Bariloche y de la red de cooperadores de colegios secundarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Los estudiantes explicaron que la tarea no fue fácil ya que, entre otras cosas, el medidor requería componentes costosos, pero igualmente superaron las trabas, pudieron ejecutar el componente y constatar que se había alcanzado el resultado esperado,.
Informaron que “para corroborar los resultados que el instrumento arrojaba, se los cotejó con los de un medidor comercial, de similares características, que había sido adquirido por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Rio Negro, al igual que con otro aparato propiedad del Consejo Escolar del Valle Inferior”.
En síntesis, con este aparato se logra saber con precisión cuánto dióxido de carbono circula en el ambiente, midiendo la concentración de partículas tóxicas que se diseminan en el aire y son respiradas por las personas, exponiendo en un display si hay RIESGO BAJO, RIESGO MEDIO o RIESGO ALTO. En éste último caso, cuando se superan las mil partículas por millón, se activa una alarma sonora por la cual se debe generar o activar la ventilación cruzada para disminuir el dióxido de carbono y, con ello, los riesgos de contagio.