En General Roca, una de las cooperativas frutícolas con más historia en la provincia, apuesta al desarrollo de la energía solar para sostener una parte de su consumo y mirar hacia el futuro.
La Primera Cooperativa se posiciona con su producción orgánica y tradicional, llegando con sus frutas a los mercados más exigentes del mundo. Por medio de una incorporación de energía alternativa, adquirida mediante el Ministerio de Producción y Agroindustria, producir de otra manera es real para esta cooperativa.
Hay experiencia y muchos años de esfuerzo en el trabajo con la tierra. Pero por sobre todo hay valores y transparencia, que permitieron que el proyecto cooperativista sea sostenible en el tiempo.
Y en La Primera Cooperativa, aunque la mayoría de sus socios peinan canas y tienen las manos ajadas de tanto trabajar, la idea de superación y modernización de la actividad es constante.
Horacio Villaraza es productor frutícola y lleva 30 años como socio de La Primera. Tiene una chacra de cuatro hectáreas y asegura que sin el sistema cooperativo, que actualmente contiene a 60 socios en La Primera, le hubiera sido muy difícil sacar adelante su producción, poder llegar a empacar las frutas y comercializarlas.
“Hoy las frutas de mi chacra, que en hectáreas es pequeña, llegan a más de 50 países. Eso es algo que de forma individual, no lo podría hacer”, aseguró. La alianza con el grupo PAI fue clave para que la cooperativa pueda desarrollar el negocio de exportación”.
Recientemente La Primera incorporó a su infraestructura un sistema de paneles solares que le permiten hacer un buen uso de la energía, apuntando a la eficiencia y al cuidado del medio ambiente.
A través del financiamiento del Ministerio de Producción y Agroindustria de Río Negro, La Primera adquirió e instaló 186 paneles solares que ya sostienen aproximadamente el 10% del consumo energético del complejo. La inversión superó los $15.000.000.
En la actualidad La Primera Cooperativa, que tiene 84 años de trayectoria desde su fundación, trabaja por temporada entre 23 y 24 millones de kilos de fruta. Posee un plantel de 206 empleados, siendo una de las fuentes laborales más genuinas e importantes para General Roca.
La mayoría de sus socios son productores pequeños y medianos, que han logrado mantener sus chacras, criar a sus hijos y sobrevivir a los embates de la actividad y la economía, fortaleciendo el sistema cooperativista.