Cien días para gobernar

Hoy, querido lector, la idea es no ofrecerte nada: es lo mismo que nos han dado nuestros gobernantes a los medios de comunicación. Decimos “a nosotros” pensando en que nos nutrimos básicamente de las acciones que ellos llevan adelante, es decir, de las decisiones que involucran a la mayor parte de la sociedad. Y, por ende, nosotros nos nutrimos y, a su vez, nutrimos a la sociedad siendo el camino o el transporte de la misma. Y con sus obras, a un mes a haber asumido el nuevo gobierno, nada nos han ofrecido que valga la pena contar.

Claro, “al que le quepa el sayo que se lo ponga”, recita el dicho popular.

Se sabe que cada gobierno tiene cien gloriosos días para tomar decisiones, ¿cuáles?¿las menos populares o las más convenientes?  -te preguntarás. ¿Para quién? –reflexionarás-, ¿convenientes para ellos, a su idea de gestión? ¿o más convenientes para nosotros, los medios de comunicación? ¿o las más convenientes para la sociedad en su conjunto?

Bien, ahí está el quid de la cuestión, más de uno salió al balcón imaginario de su gestión a saludar al primer mes cumplido. “Sí, ¡qué bueno!”, decimos nosotros, ahora el medio de comunicación transformado en pueblo, y decimos irónicamente “¡viva el rey!”, a modo de corresponder a su saludo triunfal.

Cuando el gobernante entra nuevamente a su despacho y queda ese balcón vacío, se refleja la sensación que tenemos hoy: ya es 12 de enero, y nos damos cuenta que nada pasó, ni para bien ni para mal… Y volvemos a rememorar ese tiempo en el que, al menos en Río Negro, llegó un gobernador que sí sabía de qué se trataban los primeros cien días para gobernar. Y, en sólo veinte de esos, generó en la sociedad la sensación que venía a hacer lo que tenía que a hacer, para bien de muchos, para el mal de pocos o viceversa (interpretación que dejamos a tu criterio).

No obstante, lo que no podemos permitirnos es no pensar en nada. Por eso, te invitamos a que, junto con nosotros, agarres un papel, un lápiz, y le consultes también a quien tengas a tu lado. Para que, entre todos, podamos contestar las siguientes preguntas:

• ¿Cuál es la decisión más importante que tomó el gobierno nacional?, ¿En qué cambió tu vida o a la sociedad estos primeros días de gobierno?

• En el caso de Río Negro, ¿cuál fue el cambio que se empezó a producir? ¿Qué se modificó?

• En tu ciudad, en tu pueblo, ¿qué cosas ya no son como antes? ¿Pasó algo, para bien o para mal?

Como pueblo, como vecinos, hacer  este ejercicio nos permite saber que mientras pasa el tiempo, pasan cosas y, en este caso, tal vez nada esté pasando. ¿O será que no estamos prestando atención a lo que está sucediendo?

Si sos gobernante o representante del pueblo, con mayor razón tomá un lápiz, un papel, pensá y escribí las respuestas. Este ejercicio te servirá para saber qué hiciste y qué te falta hacer. Sobre todo, para entender que la sociedad depositó su confianza en vos al darte en estos cien días un cheque en blanco, y, como artífice del destino, depende de vos, alcanzar el triunfo o caer en el fracaso. Eso sí, no podrás decir que no te lo dijimos.

Atte, Agencia Uno, Río Negro.