Piden que Zatti sea declarado «Patrono de la Ciudad de Viedma»
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En una iniciativa promovida por el intendente Pedro Pesatti y acompañada por la totalidad de los y las representantes institucionales del gobierno local, se pide al obispo Esteban Laxague que interceda ante quien corresponda para designar a Artémides Zatti como “Patrono de la Ciudad de Viedma”.
En la misiva dirigida a la máxima autoridad eclesial de la ciudad, fundamentan expresando que «la histórica decisión del Papa Francisco de canonizar al llamado ‘Enfermero Santo de la Patagonia’ a partir del 9 de octubre del 2022, nos ubica como ciudad en todos los altares del mundo».
La carta recuerda que «Zatti, un inmigrante italiano que se radica en Viedma a principios del siglo XX, construyó su santidad cumpliendo su propia promesa de ayudar a los más necesitados y a los enfermos».
En otro pasaje, los firmantes de la nota valoran la santificación de Zatti como «el hecho histórico más importante a nivel mundial de la rica historia de nuestros pueblos», y acotan que por esa razón «merece también que se le otorgue para todos los tiempos toda la dimensión que en si mismo tiene».
«Viedma se incorpora definitivamente como punto de peregrinación y oración en el mapa de la fe, no solo para la Patagonia con el primer santo de la región, sino para el país y el mundo», continúa la solicitud.
En la carta enviada a Laxague se reconoce «que en la Bula papal ‘Nobilis Argentinae nationis’ del 20 de abril de 1934 se otorga a María Auxiliadora el Patronazgo de la ciudad». Sin embargo, la solicitud se fundamenta en que la «incorporación de Artemides Zatti en el Santoral católico habilita ubicarlo en el firmamento de la fe de tal manera que su nombre acompañe eternamente a la misericordiosa Patrona».
«Por ello, es óbice que Viedma cuente también con dos Patronatos donde –además- se entrelazan María Auxiliadora y aquel que a ella prometió que si curaba, serviría al prójimo: “Prometí, Curé y Serví”(SIC) A. Zatti», agrega el texto.
Sobre el final del texto, se pondera que «luego que el mundo sufriera una terrible Pandemia nos lega el Santo Padre esta nueva epifanía gracias a un enfermero simple, bueno y servicial cumpliendo el milagro de la fe».
